A las escondidas

Hoy fui al examen profesional de una conocida. Para ello realicé una excursión con mis dos mejores amigas a su centro de estudios, que me queda a aproximadamente una hora de distancia.

De hecho, lo emocionante fue el viaje, más que el examen... aunque en sí el tema era interesante... la persistencia de la guerra fría entre los países de la OTAN y el nuevo bloque geopolítico de Rusia - China - Irán...

Pero de camino (y de regreso) del examen tuve ocasión de platicar con mis amigas sobre "La crisis" y sus impactos en sus vidas.

Una de mis amigas está en la maestría y aunque lleva cinco años con su novio las perspectivas (o la falta de ellas) hace imposible que por el momento tome decisiones trascendentales, de esas que dicen que te cambian la vida... casarse, comprar una casa, tener un hijo...

Por otro lado, mi otra amiga lleva menos tiempo con su novio, pero se ve como una peligrosa y cercana perspectiva el matrimoniarse...

Creo que está algo aterrada al respecto.

Por mi parte, no me mostré aterrada ni nada así... pero el saber que mis dos mejores amigas tienen "ESE" tipo de planes me pone algo nerviosa.

Mi plan es más simple.

Más sencillo.

Igual y también resulta importante aprender a maquillarse y bailar salsa.

No dudo que mis amigas aprecien mi voluntad en querer redecorar el cuarto de huéspedes...

pero de repente creo que todo pasa tan rápido y yo sigo jugando a las escondidas con el reloj Cucú.

D.

4 comentarios:

D dijo...

Maldita edad, asalta en tiempos de pobreza.

A mi aun me gusta esconderme.

Mar dijo...

¡Ah! ¡Esas aspiraciones son altísimas e igualmente válidas!

Al igual que mis aspiraciones de freír huevos estrellados y sacarlos del sartén sin que se rompa la yema.

Espaciolandesa dijo...

Y eso que no has llegado a la peligrosa edad de 29.

Jeje...

Pero es lindo estar sola y tener todo tu tiempo y espacio para ti.

Momentos más que ideales para aprender a maquillarse y bailar salsa.

Darina Silver dijo...

David:

Seguro eres bueno jugando a las escondidas.

Mar:

Espero que triunfes en tus propósitos.

Pequeña:

Gracias por tu alentador comentario, resulta que llegó en un momento muy apropiado.

D.

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