Weekend

Quería sostenerte la mirada, pero quizá no soy tan fuerte.

Hoy bajé la vista al piso y encontré una moneda de diez centavos. La hice girar sobre la mesa y pedí que cayera "sol".

Siempre he sido yo la que pide milagros. Un día, cuando llegaron los invasores, guardé mi saco azul en el armario de debajo de la escalera.

Me lo pondré cuando se vayan.

Suena Wagner, las Valquirias van llegando. Hay invasores en mi sueño y manchas negras en tu alfombra.

Alguien menos observador pensaría que son de cigarrillo.

Tú y yo sabemos que son de pintura fresca, pues decidiste rodearte de tinieblas.

¿Cómo encerrar el corazón que late en un cuarto?

Debo decirtelo otra vez: pon algo de música...

Quizá algo de Nina Simone.

Apaga la luz, de todas formas nunca supe leer en los ojos de las personas.

Dicen, todos dicen, que en los ojos están las respuestas que busco, pero soy tan torpe...

La música de Nina es casi un canto a dios, aunque en tu casa crean que esas cosas son una blasfemia.

He regresado a mi casa, aquí en las paredes tengo cromos de Escher y ninguna cruxificción.

Cruz y Ficción.

Quizá no debería hablar de nada de esto: ni política, ni religión, ni sexo.

Me miras con ojos serios y entiendo que rompo las reglas no escritas de nuestro acuerdo. Sólo quisiera romper algunos cristales para estar contigo, pero el cristal es parte del trato.

Debe ser porque estoy tan cerca - lejos - cerca. Porque ha pasado demasiada agua bajo el puente y admito que me he equivocado. Quizá me equivoqué desde que nos conocimos.

The time goes by.

D.

3 comentarios:

Arlequin dijo...

¿Salió sol?

Believer dijo...

qué bueno está esto!!

Darina Silver dijo...

Arlequín:

Salió sol.

Bienvenido...

Beliver:

Gracias amigo. Sabes que confío mucho en tu buen juicio.

D.

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