Simulaciones: aceptación consensual del engaño

Estoy leyendo un libro sobre las Nuevas Tecnologías como nuevas formas de representación... Socialmente, el ser humano ha aprovechado cada innovación tecnológica para plasmar de maneras más sofisticadas las realidades que le circundan y las que desea.

Desde la escritura, pasando por la fotografía y el cine, las representaciones de lo que la humanidad es y lo que quisiera ser, ha quedado plasmada... pero la llegada de aparatos que permiten incluso la interacción con estas realidades simuladas, ponen en perspectiva la aceptación concensual de estos engaños a los sentidos.

Pesé a que es llamativo el ejemplo de la realidad virtual, en cierto modo nos sometemos a ello desde la experiencia de tomar un libro y dar por ciertas las proposiciones del autor. De manera conciente sabemos que las letras de allí cuentan una historia que puede ser una total mentira, pero las aceptamos... Si no, las historias de ficción no tienen chiste.

Cuando examinabamos los tipos de públicos para las películas, los clasificabamos por su aceptación de la historia en publicos infantiles, los que daban como cierto lo reflejado en la pantalla, publicos juveniles, los que proyectaban sus miedos y expectativas en lo ocurrido en la película y publicos adultos, capaces de mirar las historias del cine con una perspectiva crítica...

Esta clasificación era independiente de la edad de los espectadores, sin embargo habla de la postura que adoptamos al observar algo... incluso con 60 años podemos proyectarnos en la historia de una película.

Me preguntaba si esta aceptación consensual de algo falso podría aplicarse también a otras situaciones, cuando preferimos un concepto inexistente a saber la inexistencia del concepto.

¿Es el enamoramiento una realidad virtual?

¿Es como creerse un cuento, una película, querer vivir en una burbuja de jabón dentro de un grabado en la pared?

Lo acepto, entonces.

D.

3 comentarios:

Mar dijo...

Sí.
Por eso no hay mucha diferencia entre enamorarse de alguien de carne y hueso y de alguien por internet.

A fin de cuentas, el enamoramiento es una realidad alterna.

Cuenta como virtualidad.

BRAINWASHED dijo...

No.
Cierto es una realidad alterna, pero no es lo mismo verlo a través de una pantalla que tenerlo(a) de frente...cuando la realidad virtual permita comercializar computadoras que segreguen feromonas por mencionar solo un ejemplo...no se quizá si sea lo mismo.

Saludos.

Darina Silver dijo...

Mar:

Interesante interpretación viniendo de una psicóloga. Gracias por opinar.

Brainwashed:

Realmente tenemos acceso a muchos más estímulos al poder pasar cerca de alguien que nos mueve el tapete y acelera las feromonas...

Bueno, sigo en la investigación.

Saludos.

D.

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