Vigesimo cuarta feria del elote: Cocotitlán, Estado de México

La semana pasada llegó a mi familia una nueva integrante, así que fuimos a visitarla a Juchitepec, una población del estado de México que está a unos 30 minutos de la ciudad de Chalco, en el Estado de México.

De camino a Juchitepec está una serie de pintorescos poblados, de los que creo ya haber hecho mención en alguna otra ocasión...

Pero esta vez les contaré de la feria del elote de Cocotitlán, que está conmemorando su vigesimo cuarta edición.

La verdad no siempre vamos, porque luego se nos pasan las fechas, pero siempre se lleva a cabo en los primeros días de septiembre y en esta ocasión terminará hasta el día 14, para dejarle la plaza principal al presidente municipal, que tiene que encabezar los festejos de la celebración del día de la Independencia de México en la noche del 15.

Mientras tanto, la plaza de Cocotitlán se viste de fiesta y recibe a los visitantes con Atole, la clásica bebida hecha de agua y elote, con sus diversas variedades que incluyen variaciones de sabores traídas por los españoles, como el atole de fresa.

Abundan en esta feria los platillos típicos mexicanos hechos de masa de maíz como gordas, tlacoyos, tamales, quesadillas (no sólo rellenas de queso, sino, como bien saben los entendedores en estos menesteres gastronómicos, pueden ser de toda clase de guisados como carne deshebrada, pollo en salsa roja, champignones, rajas de chile poblano en crema y un largo etcétera).

Hay pan de maíz en sus diversas formas y estilos, desde pays de elote machacado tierno, para el sabor dulce, hasta una especie de "muffins" que recuerdan a los Brownies clásicos, pero con harina de maíz, en lugar de trigo.

No faltan los elotes con crema y queso (de los cuales ya hablé aquí) y los esquites, que son vasos de plástico o unicel rellenos con granos de elote cocido con tequesquite (para que estén suaves) y sazonado con epazote; esta mezcla se deja hervir y luego se sirve con mayonesa, limón y todo el picante en polvo que su lengua resista.

Además de estas delicias gastronómicas, hay muchos puestos de conejo a la leña, pollo a las brasas, cecina, mole y pozole (plato también muy mexicano que consiste en caldo de maíz blanco "pozolero" con pedazos de carne de cerdo o pollo, aderezado con rabanos, aguacate lechuga, oregano, huevos cocidos, camarones, ostiones o lo que se deje meter al plato).

Si a usted le falta un postre más gourmet, en la 24ta edición de la feria del elote ya venden también churros rellenos, crepas con cajeta o mermelada, banderillas de fresas bañadas en fuentes de chocolate...

Y si tanto comer le ha dejado ahíto, puede darse una vuelta entre las artesanías, pues ofrecen suéteres desde $60.00, juguetes de hojalata, de hoja de maíz, de madera, collares de piedras semipreciosas, joyería de fantasía importada desde China, calcetines de lana de borrego, amuletos para la suerte, té de valenciana y otras cosas más, que escapan a mi inventario.

Eso sí, no le recomiendo subirse a los juegos de feria si ya pasó por los puestos de comida, porque tantos carritos chocones, ruedas de la fortuna y tazas voladoras no se llevan bien con la panza llena.

D.

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