Amo las novelas de detectives. Me gustan desde que era una niña y le robaba la pipa a mi abuelo para caracterizarme como una Sherlock Holmes o una Hercules Poirot. No me resisto al encanto de Perry Mason, ni puedo evitar la fascinación que me producía Maigret. Siento vértigo al recordar la trama de "Asesinato en el Oriente Express" y recuerdo con nostalgia el repicar de la lluvia en la ventana mientras leía: "el asesino fue..."
Por eso es que hay una asociación en mi mente entre las novelas de detectives y los días de lluvia.
Hoy que la ciudad parece una mancha lejana de tinta, en la que uno no quisiera zambillirse por nada del mundo, quisiera tener una novela de detectives en la mesa de noche.
Pero como ahora soy extremadamente pobre, me puse a buscar algún libro en línea de las mismas cualidades. Sin embargo, no es lo mismo: no hay papel amarillo crujiente, ni parece resumar las especulaciones que tienen los libros de la biblioteca de mi abuelo, los cuales fueron ya leídos por mis tíos y posiblemente por mi madre, quien siempre lee el final antes, porque no puede evitar la curiosidad.
Cuando lees en línea no hay forma de echar "una mirada" a la página final, como por descuido, sin que sea muy obvio que quieres bajar el cursor hasta la página 190.
El profesor del taller de creación literaria que estoy tomando nos propuso como ejercicio escribir un cuento de suspenso, pero he allí otro de mis némesis: no puedo escribir con una dosis medianamente aceptable de misterio.
Y es que me precipito al final... o quizá desde el principio no lo tengo tan claro... el caso es que todos mis intentos por escribir en el género detectivesco se ven frustrados.
Y es que soy una pésima detective, también lo he notado. Hago conjeturas inverosímiles, trazo rutas de escape imposibles y atribuyo hechos a personajes que no podrían haber estado allí en la hora del asesinato.
La única culpable en esta habitación soy yo. Soy la única que está mata a los personajes de la historia cuando debería estar escribiendo unos documentos en PDF para conseguir dinero y comprar libros de gente que si sabe escribir novelas de misterio.
Larga vida al género detectivesco.
D.
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4 comentarios:
Larga vida... mientras nuestra coartada sea perfecta.
Besos.
Admito que no soy amante del género. Sin embargo déjeme coincidir con usted en lo horrible que es leer un libro en PDF o Word.
Nada como el olor a libro... la lluvia... y un café.
Besos
Me gusta el detalle de "mover el cursor" en vez de atisbar en el libro como no queriendo la cosa.
ay mayra, igualmente creo que deberías intentarlo, esforzarte como nunca y ponerte a escribirlo...
seguro que sería súper interesante. un tip de Hitchcock, haz que el espectador sepa algo que el protagonista no. (como una bomba a punto de explotar), combinado con elementos sorpresa para todos...
ai' me avisas, ¡¡seguro que lo disfrutaría mucho!!
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