Ni que fueran enchiladas...

En México, cuando te piden hacer algo dificil en poco tiempo o con un plazo demasiado reducido, puedes aludir a la expresión... "Pues ni que fueran enchiladas".

Y es que las enchiladas son de los platillos más nobles con los que cuenta la cocina mexicana: son bonitas, llenadoras, lucen bien y saben rico. La variedad y diversidad de las enchiladas se debe a que su concepción básica es muy simple: una tortilla doblada con un relleno (o sin relleno, si realmente está muy pauperrima la cocina), salsa de cualquier tipo encima y una decoración al gusto del chef.

Las enchiladas suelen ser, como su nombre lo indica, de una salsa picante, pues se le agrega chile a la mayor parte de ellas... Si no tiene chile nos podemos encontrar ante una "Entomatada", que tiene el concepto de enchilada, pero con salsa de tomate o jitomate. (Hay enchiladas verdes, enchiladas rojas, entomatadas verdes y entomatadas rojas... También al gusto)

Toda esta disgresión es porque ayer tuve el placer de comer en la séptima feria de la enchilada, que se llevó a cabo en la explanada del Parque Cuitlahuac, enfrente de la Delegación Iztapalapa. (Que actualmente ha salido mucho en las noticias, por razones políticas que nada tienen que ver con las enchiladas, por desgracia).

Así que, siguiendo una de las imperativas reglas del buen comer, nos dimos primero una vuelta por los sitios de todos los expositores, porque el amor suele entrar por los ojos, al menos respecto a lo que a enchiladas se refiere...

Así vimos unas enchiladas en nogada, con cubierta tricolor, verde, blanco y rojo; mejor dicho, perejil, queso y granada... una variación de los tradicionales chiles en nogada; también vimos enchiladas de carne al pastor, de pulpo, de camarones, de huitlacoche, de gusanos de maguey, de escamoles (larvas de hormiga)...

Vimos enchiladas suizas, enchiladas argentinas (por lo "sencillitas"), enchiladas poblanas (mmm... de delicioso mole poblano), enchiladas en salsa de almendra (con tantas almendras encima que más bien parecían un pastel), enchiladas en salsa de amaranto (que se veían ricas, aunque no puedo dar fe del sabor de la salsa, porque no la probé).

Además de la diversidad de enchiladas (los organizadores juraban que tenían 200 variedades de enchiladas) había música en vivo, artesanías y hasta queso botanero (por si le quedó un huequito después de comer tanta enchilada).

Un plato decente de enchiladas trae unas tres tortillas con relleno... y la verdad si son fáciles de preparar; recuerdo una vez que convoqué a una fiesta en casa, so pretexto de mi cumpleaños y como no avisé que no habría comida, terminé improvisando unas enchiladas para un par de invitados que venían con la panza más vacía que un farol...

El chiste de una buena enchilada, creo yo, es que haga honor a su nombre y te deje con ganas de tomar agua de manera urgente. Si no, ¿que chiste?.

Si viven en la ciudad de México, pueden ir a la feria de la enchilada hasta el día 14 de septiembre; la forma más fácil de llegar es por el metro Iztapalapa, de la línea 8 del metro... está a una cuadra de distancia.

D.

4 comentarios:

fher dijo...

Quiero la receta de las enchiladas argentinas!!! jajaja....

sigo pasando...

besos

Espaciolandesa dijo...

Mmhh... y si a la mezcla de chile le añades una lata de leche Clavel, queda de-li-cio-sas.

Algo más rico, muy difícil n_n

Juan dijo...

jajaja, jsuto hoy elGersom queríair pero medio hueva ir hasta allá, lástima, nopudo cumplir con su promesa d eir 4 veces este año, no fue ni una.

Hace un año fue y quedó encantado con las de mantarraya, asco!

Darina Silver dijo...

Fher:

No me la sé, porque no las pedí...

Pero eran algo caras!

Se cotizan.

Pequeña Saltamontes:

Jo, que bonita receta. Gracias!

B:

Cuatro veces? Que loco.

Yo fui dos. Hoy acudí a desayunar allá.

D.

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