Cremas y potingues

El sábado fui a tomar un café con una amiga mía que se dedica a vender productos de belleza de una conocida marca que regala Cadillacs rosas a sus vendedoras estrella...

Mi amiga, que es una creyente fiel de los productos, decidió regalarme dos tratamientos: uno para las manos y otro para la cara.

Lo más cerca que yo he estado de un tratamiento facial es un día que estaba aburrida y me puse las cáscaras de papaya en la cara, según recomendaba la parte de atrás de un calendario (cosa que no debí hacer, porque odio el olor de la papaya y casi vomito).

Así que, con ojitos abiertos y azorados, seguí sus indicaciones para el tratamiento de manos, que consistía en aplicarse tres cremas diferentes. Al terminar, las manos te quedan suavecitas...

Luego, me llevé a casa mis cremas para la cara, que prometen revitalizar, exfoliar y mantener trolls a mil metros de tu hogar.

Efectivamente, no he visto ningún troll cerca.

Casi siempre se me olvida ponerme crema. Ya he dejado de contar los días que salgo con los codos de elefantito... así que quizá esta llegada inesperada de cremas para el cuidado personal quieran llevarme por el buen camino, de la sedosidad, la suavidad y la exfoliación...

D.

3 comentarios:

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

¿Qué cremas regalan cadillacs rositas a sus vendedoras estrella? Wow! yo quiero ese empleo.

Si estas hablando de los productos que pienso (unos cuyas iniciales son M.K:) no dejes de usarlos.

Yo uso lo que se me pone enfrente pero lo que si te puedo asegurar es que sus tratamientos para manos y pies SON LOS MEJORES!!! :D

(Y no, no trabajo ahí, jeje)

Juan José Mérida dijo...

Bon voyage por ese camino del hedonismo epidérmico, jeje.

Mis pasos en esta calle... Ya tenía rato que no te leía, como siempre un placer. Lindo el nuevo look del bló.

Saludos.

Darina Silver dijo...

Exacto, Ale!

Tú si sabes.

Hola Juan José...

Si, ya tenía tiempo sin vernos... Gracias por tu comentario de la nueva imágen. Estoy tratando de explotar mi lado femenino.

D.

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