Afinidad metafísica

Hace mucho leí un libro, que no viene al caso mencionar aquí, donde una de las ideas que planteaba era la posibilidad de que dos personas estuvieran "predestinadas" a estar juntas, que las vibraciones de sus almas se encontraban y algunas cosas por el estilo.

La verdad creía yo eso y me sentía dispuesta a esperar las ondas hertzianas que me pondrían en la misma frecuencia que otro ser humano, hasta sentir que (inserte aquí la fantasía romántica de ayer y de hoy que prefiera).

Me he dado cada tope con la pared, que ya he dejado de contar los descalabros.

Ahora creo que el amor debe ser cultivado, que se alimenta de cosas pequeñas y grandes, que no surge por generación espontánea, sino que nos vamos predisponiendo a él o negandonos.

He conocido a toda clase de personas y he besado a mi dotación reglamentaria de hombres incorrectos. He aprendido de ellos y (espero) algunos incluso habrán aprendido algo conmigo.

Creo en el amor y creo en que cada uno de nosotros tenemos un sonido único en el universo. Las combinaciones con los demás distan mucho de la perfección, pero para el oído bien afinado al amor, la reunión de dos almas sólo puede ser un bello canto a la vida, a la esperanza.

Quisiera dedicar este texto a todos los hombres que me han amado de verdad, a todos aquellos que alguna vez sintieron esa "afinidad metafísica" conmigo, ya sea que me lo hayan dicho o no.

Hoy estoy sola y estoy aprendiendo a confiar un poco más en mí. Es dificil porque llevo muchos años creyendo en que van a venir a rescatarme o que se solucionarán las cosas de manera mágica.

Es dificil desprenderse de ese sentimiento. Apagarle a los cuentos de princesas, levantarse y sentir el aire frío en las mejillas, los pies desperezandose, el radio suena y sabes que el día traerá lo que lleves a él.

Amor, sonrisas, buena voluntad... o justamente lo contrario.

Hoy me elegí a mi misma. Para sonar con mi propia voz, conocerla, abrazarla.

¿Y mañana? Aún no lo decido.

D.