Debajo de la ropa llevaba el negligé blanco con el encaje que subía hasta justo arriba del hueso de la cadera. Su complemento, un finisimo cuadrado de tela transparente, apenas se fijaba a la piel con dos elásticos que se curvaban de manera sugerente por encima de las nalgas.
Arriba de esto había unos pantalones de mezclilla, tan normales, que nadie pensaría que ocultaban un negligué.
Y todo eso fue planeado para el amable lector de este blog, que pasó de escribirme a enviarme mensajes cortos al celular y luego, a llamarme a altas horas de la noche...
No supe cuando, cómo o por qué, pero pronto le estaba yo contando mis penas más grandes, mis decepciones y mis anhelos. Esos sueños que suele uno guardar como confesiones para el lecho de muerte o como papeles de colores en un baúl, junto a la naftalina...
Las palabras se volvieron caricias y las caricias besos...Y los besos se transportaron por todas las vías que hubo: por el teléfono, por el celular, por correos largos, largos...
En poemas en el blog que no llevaban su nombre.
La web cam nos superó y era necesario vernos, pero ¿cómo, cuándo, dónde?
Y quedamos de vernos hoy, 28 de diciembre.
"Llevaré pantalones de mezclilla y una chamarra café, de gamuza"- le dije, previendo el frío del invierno de la capital.
No le dije nada del negligué, pero mientras me arreglaba, pensaba en las entradas suspiradas en su honor, en las veces en que me llevé el dedo a la boca, como queriendo contener los besos que le debía, en la manera en que deseaba, más que nada, sentirlo bajo mi piel.
Al mirarme al espejo, traté de reconocer esa que él había visto, esa a quien quería ver. Esa chica frágil y deliciosa a un tiempo, que le llamaba por teléfono y endulzaba su noches con tibieza.
En cambio me vi a mi misma, tan imperfecta y dispar como siempre. La cicatriz donde mismo, el lunar asimétrico, la risa nerviosa y el silencio que me gana: pues no todo mi universo está hecho de letras, también hay infinitos abismos de melancolía oscura y pastosa en donde yo no ahondo.
Me quité los zapatos y me metí vestida a la cama... Decidí no ir a la cita. Quizá él pensaría que todo fue una broma del 28 de diciembre y me perdonara un día.
Un día.
Cualquier día.
D.
P. D. No se dejen engañar.
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4 comentarios:
Excelente! Fabuloso, genial! espectacular, de lo mejor, maravilloso, mundial, creativo, ingenioso, erotico, sugestivo, bien elaborado etc etc
jaja me imagino que habrás despertado muchos celos, jejeje
coincido con lumediana, menos una rayita, jajaja no es cierto
Luna:
Muchas gracias! No sé si merezco tantas flores, pero las agradezco profundamente.
Juan:
¿Celos de qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué?
Además es un cuentoooo!!!
D.
y bueno, no soy tan obtuso eh'? sé perfectamente que es un cuento, pero pensaba en lo que pensarían tus fans mientras leían el cuento... jejejje
aaaw... fan.... =S
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