Cuando llegué a casa, comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia.
Me gusta ver llover y no mojarme.
Me gustan las margaritas sin resaca, el amor sin lágrimas, la nostalgia sosegada, las amistades con galletas.
Me gusta la lluvia en los cristales...
Pero no aprecio tanto mis calcetas empapadas.
El cielo está nublado y me quedaré a pensar en las consecuencias de mis actos, mientras llueve.
D.
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2 comentarios:
Cuando pasas largas temporadas sin agua de lluvia, cuando esta al fin cae no importa que moje tus calcetas o tu cuerpo entero y ayer felizmente salì a la calle (melancolia) con el unico fin de mojarme y fué de verdad muy refrescante. Gracias Tlaloc!
nooo, soy antilluvia siempre, aunque no me moje y esté protegido...
sin embargo, un grande diluvio me trae un lindo recuerdo...
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