Matar extraños

Ayer fui a la Cineteca Nacional y, por puro azar, entré a ver "Matar extraños".

Entré despreocupadamente, sin saber a que atenerme, porque no leí la reseña...

Encontré la película de  Jacob Schulsinger y Nicolás Pereda (de quien ya había reseñado la alucinante Los mejores temas).

La verdad si hubiera recordado el nombre del director le hubiera pedido a mi acompañante que eligieramos otra cosa.

El presentimiento de que algo saldría terriblemente se hizo más fuerte cuando la cinta comenzó con un primer plano muy cerrado de una mujer recitando los principios en los que se construye la historia y a lo que alude el término "Revolución".

Luego se nos explica que, originariamente, se hizo el casting para que la cinta fuera interpretada por personas sin formación actoral, pero finalmente esta tarea se dejó en manos de actores profesionales.

La "historia" si puede llamarse así, es la anécdota de tres hombres que vagan en el desierto. Al llegar a casa busqué reseñas y se supone que su objetivo es unirse a las fuerzas revolucionarias (nada en su entorno o en sus diálogos nos hace suponer que ese es su objetivo y con mi acompañante especulé que podrían parecer mojados rumbo al norte.

En la historia de estos tres personajes se intercalan las escenas de casting de los actores improvisados y amateurs que fueron convocados para hacer los distintos papeles.

Bajo una dirección invisible (que se revela hacia el final de la cinta), se les pide que reciten diversos diálogos, que muestren llanto o actúen su muerte. (Cosa que hacen con forzado fingimiento y escasa naturalidad)

En la historia se intercalan imagenes cotidianas del lugar donde se realizan los castings: una casa medianamente arreglada, con muebles viejos, en la que los involucrados con la cinta llevan su vida normal: ven video de Youtube, recogen la comida de entrega a domicilio, cenan.

El director nuevamente se preocupa en dejar ver el andamiaje de la cinta: se escucha el ruido de la calle en las escenas de los castings y se elaboran diversas interpretaciones (en las críticas y reseñas de la cinta) que pretenden unir este rompecabezas, aduciendo a que se trata de metáforas de como la Revolución también es una historia, un cuento de hadas contado con la finalidad de crear unidad y solidarizar a la gente donde había muchas voluntades individuales y diversos contrasentidos.

La cinta resulta un pretexto para que el espectador voltee hacia sí mismo, como sugiere al principio la película.  

"Matar extraños" fue presentada en la 63 edición del Festival de Cine de Berlín, donde, según leí, causó igual confusión que en la Cineteca: en su primer día de exhibición más de 14 personas se salieron de la sala. En la función a la que yo acudí, fueron 5, pero eramos cerca de 20 personas.

"Es una película rara", confiesa el director en entrevista. Estoy de acuerdo.

Eh... mejor no le doy puntuación, dice mi mama que si no puedes decir algo bueno, es mejor no decir nada. Y ya he dicho bastante.

1 comentario:

Espaciolandesa dijo...

Espero que la entrada haya sido libre.

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