Recuento del año y propósitos incumplidos


Hoy olvidé un paquete de seis pilas en el carrito del supermercado; no sé si estaba demasiado distraída o si fue un acto fallido de mi cabeza para decirme que no se puede hacer nada sin concentración.

Vamos a poner mis siete propósitos del año como ejemplo.

1. Regresar a mi tan deseado peso ideal, 49 kilos.

A decir verdad no me he pesado. En meses. No recuerdo ni la última vez que me pesaron. La verdad por el momento no me importa, porque me siento bien.

2. Sacar mi cédula profesional de maestría. Listo. Para sacarla considero que tuve que invertirle 3 gramos de suerte, 20 gramos de papel y 3 horas de fila. Pero salgo bonita en la foto.

3. Sacar adelante mis tres proyectos didácticos y mis dos proyectos laborales.

Renuncié a uno de estos trabajos en marzo y al otro en abril. Empecé a trabajar para el Cervantino por ocho meses. En las universidades me fue bien: el Claustro me pidió dar dos talleres, el Centro Cultural Helénico igual, me volvió a llamar; se agregó a la lista la Salle. Esa parte me hace muy feliz. ¿El que peca y reza, empata?

4. Enviar una colaboración semanal a Antes de Eva: ni rastro de las 50 colaboraciones, que según yo debería tener.

5. Tener una buena participación en el evento literario "No son esos pasos": ese evento estuvo bonito, si bien fue un poco accidentado, por el horario que elegí. Fui muy feliz de leer en voz alta, debería buscar más oportunidades para hacerlo.

6. Debo terminarme todos los productos de belleza, cremas y geles que tengo allí desde hace meses: no tengo más, hasta eso. Pero de allí a terminarlos... todavía me queda un buen rato de exfoliación.

7. Quisiera darle mayor rotación a la ropa de mi closet: eso creo que sí lo hice.

También veamos que cosas sí logré, tampoco hay que ser tan malagradecida con la vida.

1. Sobreviví lejos de mi familia tres semanas. Eso luego me hizo darme cuenta de que en realidad podría vivir sola. Bueno, para muchos no será un gran récord, pero a veces sí pensaba que era algo que me llevaría a las tinieblas de la locura y la verdad fue que no. Lo hice bastante bien.

2. Además de sacar mi cédula, saqué mi Visa de Estados Unidos, ahora puedo visitar un país que antes no podía. (Ya solo me falta un pretexto para hacerlo)

3. Me ha ido muy bien en las Universidades, me siento contenta en las clases y aunque es de las cosas más cansadas que hay en el mundo mundial, también me ha traído mucha felicidad. Este año: cerré clases con el CIDE, di clases a dos grupos en el Claustro, uno en la Salle y tuve tres talleres en el Centro Cultural Helénico.

4.  Escribí bien poquito: 9 entradas del blog y 9 artículos para Antes de EVA. Lo más que hice en términos de creación fue la presentación de la lectura en vivo de dos cuentos, en el evento "No son esos pasos".

5. Este año me compré una videocámara y empecé a hacer experimentos de edición en video. Esa habilidad me llama mucho la atención pero con mi prejuicio de que "no tengo buen ojo" no había tomado el riesgo de salir a grabar. La verdad fue buena experiencia y la pasé bien editando, contrario a lo que había pensado.

6. Aún no hago el corte anual, pero fui al cine como 24 veces, según mis cálculos preliminares. También son menos veces que otros años. Digamos que uno de cada dos fines de semana fui al cine. Ya veré contra mis gastos anuales, pero considero que fue un año muy atípico.

7. Conocí a una nueva sensei del estilo; yo creo que todo lo que aprendí este año de moda me servirá en vidas futuras. Sí fue revelador.

D.

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