Ciudad de sordos

"Seguro en esta ciudad los sordos se divierten
y los ciegos se aburren: hay tanto que ver..."
Esta afirmación, de mi amiga y espo, Mynn de Rosenzweig, resume mi fin de semana...
Fue una auténtica orgía de imagenes, colores, texturas, pinceladas...
Me dejé llevar, como hacía tiempo que no lo hacía, hacia algunos de los recintos culturales más entretenidos de la ciudad y naufragué en un mar de ideas de otros que me dejó renovada y feliz, con la clara convicción de que el poder de una idea pude ser puesta en escena y brillar con su luz propia.
Primero llevé a Mynn al Museo de Hacienda y Crédito Publico, a ver la exposición de pago en especie, una de las mejores ideas que ha tenido hacienda, al dejar que los artistas paguen en obras y montar un museo de ello... Este se encuentra en la calle de Moneda 5, en el Centro Histórico, a un costado del Palacio Nacional en el número cinco. La entrada cuesta ocho pesitos.
Entre las cosas que nos encontramos estaba el cuadro de cabello humano, un par de lupas que te hacían ver a las personas del otro lado como un bicho, una bola de estambre gigante que le hubiera encantado a mi gato, un dibujo que parecía sacado de mi clase de dibujo técnico, pero mucho más elaborado y con estrellas y colores y un montón de equilibristas en bronce...
Además ese día se llevaba a cabo un concierto de piano de Villancicos y canciones de Navidad.
Al salir de allí caminamos por Correo Mayor hacia la calle de Donceles, donde dimos la vuelta para ver algunas de las tiendas de libros. Ya no nos metimos en ellas porque mi idea era llegar a Justo Sierra 16, ubicación del Museo de San Ildefonso.
Allí estaba la exposición de la fundación Caixa Galicia, una selección de 61 obras de autores españoles, entre los que se encontraban Salvador Dalí, Pablo Picasso y Joan Miró, entre los más conocidos...
A pesar de que la exposición no era tan emocionante como esperaba (después de estar en el Museo de Arte Reina Sofía, esta exposición no parecía tan buena) me divertí mucho en el taller implementado por los becarios del Museo, en el cual te permitían decorar una máscara o crear un papalote con algunas de las obras expuestas...
Yo hice una máscara con paisaje marino, basada en uno de los cuadros de la exposición que me gustó mucho. El costo del taller es de 25 pesos y la entrada al Museo es de 45 pesitos, pero les dan 50 por ciento de descuento si son estudiantes y el martes es gratis...
Al salir de allí, con máscara de carnaval en mano, llegamos al Centro Cultural de España, ubicado justo atrás de la Catedral, un sitio muy hermoso, bien cuidado y perfecta fusión de lo nuevo con lo antiguo: además de la terraza, un sitio excelente para escuchar jazz, cuenta con un cubo de escalera que hace las veces de galerías para la exposición en homenaje a los trabajadores del "Espacio X", la zona en construcción del recinto.
Allí, además de ver las fotos, vimos una muestra de diseño Gráfico de Raúl y Peret... críticas, satíricas, mordaces, dulces, melancólicas, nostalgicas imagenes que evocan situaciones que a todos nos son familiares, dado el mundo global en el que nos movemos. Me regalaron unas postales super geniales allí y contamos con la inestimable guía de René, un joven (¿puedo darme el lujo de decir joven, si se notaba que era un par de años menor que yo?) empleado del Centro, que nos contó parte de la historia del edificio y nos llevó por las pasarelas de cristal sobre el ancho espacio...
Había estado en diversas ocasiones en el Centro Cultural, pero pocas veces me había divertido tanto. Está en la calle de Guatemala número 18. No hay pierde.
Después de visitar este espacio gratuito (Si, que maravilla! Gratis!) fuimos caminando por la calle Madero, en busca del Salón Corona, pero como soy terriblemente despistada no di con la sucursal que buscaba, ubicada en la esquina de Gante (caminé sobre el lado equivocado de la acera), terminamos en una lonchería donde las tortas eran de 22 pesos y el espectáculo gratis era el performance de un alfil y una reina, así como la boda en turno de las cuatro de la tarde.
Los petalos fueron barridos a la brevedad y nosotros nos comimos la torta con inusal rapidez, debido, posiblemente, al hambre que teníamos...
Luego Mynn se fue a comprar un vestido rojo que vimos sobre Madero. Estaba super bonito.
Caminamos por la Alameda y descarté la visita obligada a Bellas Artes, porque necesitaba caminar un rato después de tan opípara comida...
Así que nos lanzamos a curiosear por la Alameda, donde vi unas boinas bellisimas (Mynn me la regaló) y yo le regalé un osito panda, en recuerdo de uno anterior de otra visita a la Ciudad de México.
Lugo mis padres llamaron para invitarnos un café, así que regresamos a casa...
El día de hoy fuimos al recién inagurado MUAC, donde algunas de las cosas que más me gustaron fueron las máscaras de la Sala 1, así como la video instalación de "jardines", inspirada en las cartas de Rosa Luxemburgo.
De otras instalaciones mejor ni hablar... dejaré que cada quien se haga su criterio. Pero deberían hacerlo pronto, porque a partir del mes de enero les costará 30 pesos si son profesores o estudiantes y 50 si no lo son...
Por ahora es gratis y pueden disfrutar los amplios espacios, la bonita construcción, los paneles de vidrio y además pasear por el Centro cultural universitario, ubicado en Insurgentes 3000. (Ahora se ve un poco apagado, pero lleno de estudiantes es una cosa muy bonita, olvidé decirle eso a Mynn)
Fuimos también al Centro de la Imagen, ubicado en la Plaza de la Ciudadela. Para llegar pueden bajarse en el metro Balderas y caminar... cuidado con las ratas.
Estaba en turno la exposición de Pedro Meyer, un fotógrafo reconocido por integrar las técnicas digitales... De manera muy apropiada, la colección se llama "Herejías", debido a que para algunos fotógrafos quienes utilizan técnicas digitales son unos herejes, vendidos, alteradores fascinerosos...
Coincido con Alex al decir que las fotos en blanco y negro de Pedro Meyer me gustan más que sus composiciones a colores... Pero bueno, visiten Herejías. Seguro alguna de ellas les gustará.
Pasamos a buscar en un nacimiento para un proyecto estético de Mynn, pero enfrente de la Plaza de la ciudadela hay muchos precios para turista, que no fueron convincentes para nuestro presupuesto...
Lo que sí, fue que el color y la luz de los materiales nuevamente me dejó cegada.
Tras ir a comer unas hamburguesas, terminamos en (¿Dónde más?) Reforma, en una exposición callejera de libros...
Como tengo aún unos cinco ejemplares sin abrir ya no compré nada, pero Mynn adquirió "Los cuaderos de Don Rigoberto", de Mario Vargas Llosa.
Al caer la tarde, nos encaminamos hacia el aeropuerto...
Mi espo, Mynn, me dejó un abrazo, una boina, una frase para recordar, una película, buenos recuerdos... y este montón de letras que comparto con ustedes, porque lo demás es mío.
D.

4 comentarios:

Gade Herrera dijo...

¿En serio que te alcanzó un día para hacer todo eso?, Wow señorita,m usted es en verdad una buena administradora del tiempo.

Saludos, felices fiestas.

Darina Silver dijo...

Para ser honesta, Gade, usé todo el fin de semana para estas actividades...

Pero está cronometrado que en un solo día puedes visitar como cuatro museos sin morir en el intento.

Felices fiestas para tí también.

D.

Marisolirais dijo...

Hmmm...yo compré "La guerra de las partes pudendas de Don Emmanuel" de Louis de Bernieres. Apenas empiezo, y tengo como 6 en fila.

Describiste uno de esos días que me encanta tener. Amo el centro histórico, soy fan de Reforma y me encanta ir al Centro de la imágen.

Que tengas unas lindas fiestas, pasatela muy muy bien.

Espaciolandesa dijo...

También sorprendida de que haya alcanzado el tiempo para todo eso...

¿Qué es "espo"? :P

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...