El último tango en París

El sol pegaba de pleno en la cama y tenía un montón de hojas con las instrucciones de como sobrevivir en ese departamento vacío. Me habían comisionado a cuidar al gato, aunque era una pequeña gatita que se se entretenía más con un cordel que con mi presencia.

Así que prendí la televisión y busqué una película por ver. En la primera línea estaba "El último tango en París", que me sonaba vagamente conocida, así que me dediqué a verla...

Esta cinta es de 1972, una producción franco - italiana que despertó muchos comentarios por sus atrevidas escenas; debido a que la película no fue exhibida en España, muchas personas cruzaban la frontera sólo para verla.

La trama es simple: dos extraños se conocen visitando un departamento que desean rentar en París, la atracción que sienten es tanta, que terminan cogiendo sin saber sus nombres, ni dato alguno sobre sus orígenes.

Cuando vuelven a encontrarse, acuerdan tener ese tipo de encuentros furtivos de manera regular; ella tiene un novio, que parece más concentrado en su carrera como cineasta que en su relación. Él acaba de perder a su esposa, quien se suicidó en el cuarto del hotel que tenía a su cargo.

Ninguna de estas historias es conocida por el otro, se dedican a explorarse y se sumergen en juegos eróticos donde la violencia y la dominación son piezas clave; la actriz principal posteriormente revelaría que en una de las escenas, donde ella es sodomizada usando mantequilla como lubricante, no hubo consenso previo "fue casi una violación", aseguró en diversas entrevistas.

La soledad de los dos personajes, el temor que sienten de ser conocidos por otro, la dificultad de encontrar algo en los tiempos del "matrimonio pop", son tocados con maestría y crudeza en esta cinta.

Las hermosas vistas de París y la música de la cinta la han vuelto un clásico... se las recomiendo, especialmente si les gusta el cine con un ritmo más lento y no temen escuchar un par de verdades duras.

D.

Descomposición

En la preparatoria aprendí que la descomposición  tenía un papel muy importante en la vida, que aunque para nosotros fuera desagradable y repulsivo, cada vez que algo se descomponía era para dar por terminado un ciclo y empezar otro.

El profesor de biología nos hizo cargar por semanas una caja llena de estiercol, sólo para ver como unos hongos suceden a los otros en la desintegración de la materia. Algunos hongos se alimentan de los otros y así, hasta que tu caja queda con menos de la décima parte de su contenido original.


Y en la vida muchas veces también andamos cargando una caja de estiercol a cuestas, esperando a que se descomponga... pero incluso para ello necesitamos crear las condiciones adecuadas, que permiten que el ciclo de desintegración se lleve a cabo.

En muchos sentidos, al igual que al construir algo, al descomponer algo hay procesos que se tienen que cumplir... Etapas que no siempre son faciles de entender, pero que tras la observación de las cosas quedan más claras.

¿Por qué aparece primero algo y después da paso a algo distinto? ¿De qué nos estamos deshaciendo al dejar pasar el tiempo?

A veces lo que llamamos descomposición es simplemente volvernos más ligeros.

D.



La conciencia colectiva del deseo

Una verdad muy cierta es que, cuanto más tienes, más quieres. Así ha sido en la historia de la humanidad y el hecho se sigue repitiendo, quizá porque en enriquecimiento de unos cuantos por encima de la mayoría.

También es cierto que, lo que tú tienes tiene su valor y siempre será deseable para alguien con menos aspiraciones que tú.

El espejismo de la felicidad consiste en saber que lo que quieres, siempre estará "allá", en un horizonte imposible de alcanzar, que se escurre casi entre los dedos y se vuelve una meta más lejana una vez que te aproximas o incluso cuando lo tocas.

Nuestro eterna inconformidad nos mantiene moviéndonos a base de deseos incumplidos, de aspiraciones posibles, de prospecciones a futuro.

La brecha para alcanzar tus objetivos se abre en relación a tu condición socio económica y al potencial de tu entendimiento de lo que significa alcanzar una meta.

D.

Cóbraselo caro, de Elmer Mendoza

Como estar en una nube de neblina. Como tener ataques de Alzhimer sucesivos. Como verse rodeado siempre de fantasmas...

Así es sumergirse en la novela de Elmer Mendoza, donde los personajes vivos se van contando cada vez más con los dedos, hasta que uno se pierde en la bruma.

La historia de "Cóbraselo caro" sigue a Nicolás Pureco en su búsqueda de los restos mortales de Pedro Páramo, para encontrarse con sus propios fantasmas y sus obsesiones.

El México que sus padres dejaron atrás lo reclama, cómo si fuera una vieja amante llena de odio y coraje que insiste en comerselo, en arroparlo de nuevo en sus brazos secos y salados: arropandolo con esa voz antigua de voces y dandole a probar esa teta dura y rocosa.

Entre las piedras del camino tiene uno que ir brincando para seguirle el paso a Elmer Mendoza, que narra como narran los viejos al pie de la fogata, que no se detiene en fruslerías y tiene el andar seco de un arriero.


Que oficio de sombras se teje bajo su manto, que montón de palabras se toman un descanso y te dejan entrever la historia de los vivos, entre tanta sombra, entre tantos muertos.


D.


Lo mejor de lo peor

He sacado ya tu lista de defectos...

Todas esas cosas pequeñas y ordinarias...

Una lista pertinente de razones para irme,
antes de que el tiempo me haga peinar canas.

He escrito hasta etapas terminales
del discurso que marca el fin de la historia:
que si tu forma peculiar al extrañarme
o algún comentario enfermizo que te señala.


De quererme a no quererme, tanto abismo,
que se cubre a base de besos y ternura...

Lo mejor de lo peor que he conocido,
viene con tu nombre, con tu cuerpo y tu figura.

He escogido por esta noche una rima fácil,
que me libre de dar más explicaciones.

Y no tengo ya perdones, ni respuestas,
a lo mejor de lo peor que he conocido.

Hoy sólo tengo..
un montón de cartas que no envío,
una docena de consejos de "no hay remedio"
y las ganas de besarte en contrapeso...

Estoy cansada de jugarme cada apuesta,
a memorias, a recuerdos y a olvidos.
Estoy harta de tener que dar respuesta
y explicación a un montón de conocidos.

Sólo quiero reposar sobre tu pecho
aunque olvides que te tocan hoy los platos
y hace meses que no encuentras un zapato
entre tanto desperfecto que es tu cuarto.

Siempre ando postergando despedidas,
si me quieres, si te quiero, si es un cuento
y dejamos mil preguntas sin respuesta,
cómo ¿dónde guardaremos tantos gatos?

Por mí guardate un rato las mentiras,
dame un beso que suene a suspensivos,
ya veremos si en la noche se me olvida
mientras cantamos una canción para dolidos.

Que si me quieres, que si vienes que si te marchas
que si estás conmigo, que si otra, que la cuenta,
al fin la vida es un camino sin respuestas
y no hay puntuación perfecta a la salida.

Lo mejor de lo peor que he conocido,
en mi lista de tragedias y victorias,
me has llevado a lo más alto de la gloria
y hasta el fondo de los tragos del olvido.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...