Falta de práctica

Dicen que hay cosas que son como andar en bicicleta... Nunca se olvidan.

Pero los labios se desacostumbran a los besos.

Las manos pierden práctica en las caricias.

Y por más que las miradas intenten aguzarse, hay cosas que deben de prácticarse nuevamente para ser efectivas.

Yo quisiera que mis labios estuvieran mejor domesticados, para que después de una sequía y un llanto pudieran ser dóciles y suaves.

Pero a veces encuentro que se vuelven agrestes y no puedo dirigirlos hacia tus labios.

Yo quisiera que el tiempo se detuviera a veces, para detenerme a pensar lo que hago.

Pero a veces no quiero que el tiempo se detenga, para seguir prácticando el besarte, que el tiempo corra y pase de tus labios a mis labios, hasta hacerlos acróbatas nocturnos, en medio del naufragio.

D.

Retornar a la poesía

El día de ayer, cuando platicaba con Nezumi sobre el Tao y los programadores, me dí cuenta de que en muchos sentidos he ido sacando la poesía de mi vida.

Así que me di a la tarea de buscarle un poema a Cecilia para escribirlo como dedicatoria en el ejemplar de mi tesis que le regalé (porque resulta que ella es una fanática de Harry Potter y al enterarse de mi tema le dio por querer leer aquel engendro raro que escribí para titularme).

Cecilia es una chica genial. La verdad lo es. Al verla ustedes pensarán que es antipática, pero la verdad es una mujer increíble en muchos sentidos.

Le gusta campanita. Y tiene como salvapantallas una foto de su perrita con vestido azul. Y sus plumas tienen pompones de color morado y brillos. Organizó la fiesta de graduación de su generación y se compró un traje de conejito sexy para ir a una fiesta de Halloween con él.

Es una chica muy bonita. Es una hada.

Así que le dediqué una poesía de Rubén Darío. Creo que le gustó. Se llama "Oditas"


¿Estrella te has ido al cielo?
¿Paloma te vas de vuelo?
¿dónde estas?

Hace tiempo que no te miro
¿Te fuiste como un suspiro
Y para siempre jamás?

Vivaracha muchachita ,
¿Es que Puck te ha dado cita
en un recondito jardin?
¿Es que partes al llamdo
de algún tierno enamorado
Serafin?

Primorosa musa mía
mensajera de alegría,
dulce flor,
¿Por que ocultas el semblante
a los ojos de tu amante soñador?

¿Es que tienes un palacio
de diamante, de topacio,
en un mágico país?
¿Es que algún genio te manda
A Bagdad, a Sharmankanda
O a París?

Deliciosa chiquitina
Que en tu risa cristalina
Das la gama del amor;
Mariposa pintoresca,
Siempre viva, siempre fresca,

Yo sabía
Que por tí la luz del día
Recelosa estaba y fiera,
Que por tí sufre y se irrita
La envidiosa señorita
Primavera

Pero, ¿dónde estás mi vida?
Si en un bosque estás perdida,
O en un negro torreón
Donde el vivo amor te prende
De algún, de algún duende
Del la corte de Oberón;
Si un osado caballero,
Como un angel prisionero
te llevó,
Mi Zoraida, mi Fátima,
Quien te busque y te redima
Seré yo...

Pero mándame un mensaje,
Con tu enano, con tu paje,
Con el viento, con el sol,
O, aromado con tu aroma,
Que lo traiga una paloma
Tornasol.


¿Vuelves? ¿vienes? ¡estoy triste!
Más cruel dolor no existe
Que no verte nunca mas.
Dime, perla, margarita,
Primorosa muchachita.
¿Dónde estás?


Ruben Darío


Ya sé.

Es cursi y meloso. Y destila historias de cuentos de hadas por todos los poros.

Es del tipo de poesía que me gustaba mucho cuando iba en la primaria.

Después de ver Réquiem por un Sueño, Trainspotting, leer a Baudelaire, a Bukowski, a Norman Mailer, a Henry Miller y Bataille...

Creo que mi entendimiento de la poesía se ha ido ampliando un poco.

Pero cuando leo poemas así creo que recuerdo por qué fue que me sedujo ese lenguaje músical. Retorno a lo básico de mi ensoñación iluminada y fresca, de como era un remanso de claridad en un mundo a veces oscuro.

A veces siento que me hace falta un poco de esa luz.

D.

La gloria de los perdedores

Los genios tienen un destino común: una cadena de éxitos enlazados. Un montón de golpes de suerte. La fortuna, el éxito, el bienestar de los hombres.

Los perdedores, por el contrario, tienen vidas disímiles, con personajes variopintos, biografías sangrantes y sarnosas, dificiles de leer, como la piel descarapelada de un tatuaje, como agujeros en las orejas, como cicatrices en las rodillas.

Los perdedores son los que conocen a la gente más extraña, los que andan en los sitios más malolientes, los que son una bolsa de basura ambulante, pus, sangre, rastrojos...

Son los Periquillos Sarnientos, los Oliver Twist, los Huckelberry Finn, los Fito Pérez...

Incluso son los Quijotes.

Esos que luchan contra molinos de viento. Que siempre se quedan con las ganas de besar a la chica. Esos que eran Sabina de joven.

La gloria de los perdedores es tener buenas rolas, escribir bonitos libros y quemar grandes hogueras, que a veces mueren en la noche sin ser vistas.

El alma humana carbura tan bien o aún mejor que la madera de ocote.

La tristeza deja un sabor más dulce que la resina.

A veces me gusta escuchar canciones de perdedores. De gente que está en el agujero. Leer sus libros y bañarme en su gloria.

A veces pienso si podría hacer de mi propia vida una oda a los fracasos.

A veces.

D.

Elegía del sábado

Te fuiste tan fugaz como llegaste...
transcurrió tu paso, sin dejarme un beso.

Te fuiste, dulce y breve.
Te fuiste, Baco de mil nombres, te fuiste...
y no supe ni cuando llegaste, porque pasaste por mi piel sin dejarme huella.
Porque no mordiste mis costillas con tu fuego tibio
y cuando me di cuenta era domingo.

Te fuiste... y pensé que era un sueño tu estadía
no barrí, no limpie, no saqué al sol la ropa,
ni me tendí a mirar tu luna.

Fuiste, sábado, un sueño, la promesa de una manzana prohibida...
que cae del árbol y se desintegra sin ser mordida.

Dejé pasar tu jugosa consistencia, tu firme tacto de rojo brillante.
Dejé ir tu promesa viva, de traerme paz, descanso, felicidad, nuevas experiencias.

Te fuiste, sábado, sin pena ni gloria, sin dejarme tu saliva tibia,
sin marcarme a lagrimones y rimel corrido, ni medias envueltas en sábanas frías.

Ahora, que es ya domingo, pienso que debí al menos robarte un beso...
que nos quedaron juegos por descubrir en tu cuerpo de 24 horas.

Ahora que has muerto pienso en tí,
ahora que ya has pasado, te dedico un verso.

Como siempre, llego tarde a tu encuentro.

D.

La trova, los gatos y el amor...

Ayer, mientras esperaba a Diana y Gaby para ir a tomar unas cervezas, comencé a pensar en mi gato.

De repente, me dieron muchas ganas de estar de nuevo en casa, con el felino echado a un lado mío, para acariciarle las orejas.

Y desaparerecieron las ganas de la cerveza, la música o lo que fuera...

Me sentí domesticada por el gato.

Ante la sorpresa de lo repentino de este sentimiento, consulté a una fuente autorizada (sobre gatos y sobre amor a ellos...)

Luego llegó Gaby y nos llevó a un sitio en Tlalpan donde escuchamos trova de voz de un cantante que tocó "19 días y 500 noches" y casi me hace llorar con "Y sin embargo..."

Regresé a casa cerca de las 4 de la madrugada. La calle lucía iluminada y tranquila. Abrí la puerta, busqué al gatito. Hizo miau.

Lo llevé a la cama y se quedó dormido.

D.

Adicción

El fin de semana me habló mi dealer.

- Tengo el nuevo pedido. ¿Lo quieres?
- Pero...
- Es el que no te había llegado...
- Es que es más caro...
- Bueno, tú dime si lo quieres o no.

Caí. Bueno, nuevamente caí.

Ya sé, soy lo piormente pior del mundo. Me gasté una parte considerable de mi quincena en ropa que nadie ve.

"Mi nombre es Mayra y soy adicta a la lencería...

(Aquí ustedes dicen "Hola Mayra" y aplauden porque confieso mis adicción)

...todo empezó una tarde en la clase de historia, cuando una mujer con el cabello como el de Mafalda, que iba conmigo en la universidad me llevó un catálogo, de apariencia inofensiva...

A pesar de que yo había visto muchos catálogos en mi vida (bueno, no muchos, pero si algunos) este tenía algo que me llamó la atención...

entre la mucha ropa que había, una decía "oferta" en color bugambilia...

Era un baby doll de color azul marino, con encaje en sitios estratégicos y de caída suave. El letrerito ofrecía un precio de introducción y una prenda (para sitios estratégicos) extra.

Pocos días después... quizá unos diez días después, llegó mi paquete, en una bolsa que clandestinamente guardé entre mis utiles escolares.

Casi no recuerdo el camino a casa, pero si la anticipación deleitosa de pensar en las fibras de tela sobre mi cuerpo.

La ropa por catálogo siempre se espera con más ansia que la que ves en el centro comercial. Quizá esa sea bonita, también... o tenga encajes o lazos... pero el estar esperando te hace sentir como una niña a punto de recibir un regalo de navidad.

...

Hoy llegó. En una bolsa lila con bonita caligrafía. De mis manos salieron dos billetes. A mi mano regresó una única moneda de cambio.

Todo el día pensé en llegar a casa. Mi dealer me había dicho: "satisfacción garantizada".

Ahora me encuentro enfrente a la computadora, en pijama de franela lidiando con la culpa...

Gasto demasiado en lencería y duermo con camisón de franela.


D.

Careless girl

Siempre he sido descuidada.

He sido descuidada al masticar mi cereal.

He sido descuidada al llevar mis trenzas al escuela.

Y llevaba la corbata de la escolta torcida.

He sido descuidada con el encaje de mis calcetas.

He sido descuidada con mis relaciones sociales, amistosas, románticas y... demás.

He caminado por calles oscuras sin mirar sobre mi hombro.

Y hoy, mientras caminaba a casa, Miguel, el guardia de la empresa donde trabajo me dijo: "¿Por qué tan distraída?" en la noche, apenas y lo reconocí, pero le respondí...

"Siempre camino así, de hecho lo que es sorprendente es que siga viva"

D.

Se busca un nombre

Hoy fui con Tomás y Diana a comer al Salón Corona para celebrar la titulación de Diana de la maestría.





Diana me regaló una copia de su tesis... Lo más genial de esta copia es (bueno, seguro es genial toda, pero lo que leí fue...) la dedicatoria.





Más tarde tuve otra sorpresa, porque me regalaron un gatito. La verdad estaba asustada y feliz. Es la primera vez que tengo que hacerme cargo de algo vivo yo sola.





Jo.





Mis papás están de vacaciones. Así que yo tuve que encargame de todo.





El gatito llegó en una cajita cerrada y la verdad se portó muy bien de regreso a casa. Ya no intentó escapar después de que subimos al metro. No sé si se quedó dormido o que, pero en cuanto lo desembarqué en la mesa del comedor estaba muy tranquilo.





Se asustó un poco al ver al perro de mi hermana, pero luego lo llevé a mi cuarto y se quedó dormido. Le puse agua y comida y allí sigue, acostado.





Aún no tiene nombre.





Quizá tenga que ver las películas de "El Padrino" para bautizarlo...





O terminaré llamandolo Tony Soprano... yo no sé.





Escucho sugerencias.





Ah! Y les pongo una foto de él, para que vean que cara tiene.





Ah, como pueden ver estaba tirada de panza cuando tomé esa foto, así que no tomen en cuenta la pose rara...

D.

De monjas y colores

El día de hoy salí del metro y vi pasar un grupo de monjas, todas con sus uniformes de pingüinito...

Luego me quedé mirando los charcos reflejando el cielo nublado, las hojitas de los árboles, los colores de las flores del camino...

Y me pregunté... ¿Si las monjas se casan con dios, por que dios no las deja vestirse con colores más bonitos, si todo lo que ha creado es tan colorido?

Luego pasé por una iglesia, que está justo enfrente de una Boutique y comparé el brillante manto de estrellas de la Virgen de Guadalupe con los vestidos de oropeles...

Y pensé que definitivamente las monjas deberían usar vestidos de colores, para celebrar el milagro de la vida, la plenitud de la existencia, la posibilidad infinita que se difracta en los colores de la obra divina.

D.

Gato

Mi gato tenía un nombre largo y feo que mi hermana le puso cuando tenía 15 años y no sabía lo que hacía.

Lo trajeron de la veterinaria un 15 de agosto. Yo estaba en Guanajuato, haciendo el viaje que cambiaría (en muchos sentidos) la forma en que veo la vida.

Igual que cuando murió, no estaba en casa. Así que llegué, tiré mi mochila en el sillón y casi lo aplasto.

Cabía en el puño de mi mano. Después mi tía llegó a decir que era un gato monstruo, porque creció mucho.

Era un gato elegante. Me gustaba verlo en la vidriera. También me gustaba que se durmiera encima de mi y mordiera mi ropa.

No arañaba mucho, pero le gustaba morder.

También le gustaba dormir encima de mis copias.

Se murió ayer. Y no estaba. Mi mamá lo enterró.

Cuando llegué a casa, vi sobre la vitrina la bolsa de comida pregunté...

-¡Compraron comida para gato! ¿Eso quiere decir que todavía tenemos gato?

- No- dijo mi mamá.

Y yo...

...

D.

Mezquina

Esa palabra es fea.

Lo peor es cuando puedes aplicarla para tí mismo.

Acabo de ver "Across the Universe", y es, tal como me recomendaron, una película muy bonita.

De hecho, mientras la veía, pensaba en lo maravilloso de la música, lo genial de la realización, lo colorido de la decoración, lo talentoso del guionista...

Me dio una envidia terrible.

Además el hecho de que tuviera un final tan feliz, esperanzador y lleno de cosas como "Si, todo lo que necesitamos en el fondo es amor"

Bueno. No me siento muy amorosa ahora. De hecho, me siento solitaria como un Greench de época de lluvias, sin café de Sanborns, ni días encamables de por medio.

Mi gato está enfermo y mi mamá no quiso llevaro antes al veterinario porque dice que es salvaje e ingobernable, además de que nunca se tomaría la medicina.

Ahora creo que agoniza. La verdad es que un día lo tuve en mi cuarto y quedó oliendo a gato enfermo. No me digan que no saben como es eso, porque no podría describirlo.

Es un olor triste.

El veterinario dice que, por los sintomas, parece que el gato tiene rinitis. No sé que sea eso, tampoco.

Me siento mezquina por no dejar que el gato pase a la casa, pero ya me dijo mi mamá que eso está fuera de toda orden.

Veo mi "listín telefónico" y a pesar de que las relaciones con muchas de las personas que están allí han decaído y no estaría mal hacerles una llamada "para recuperar la amistad" no se me da la gana.

Creo que la autoconmiseración y la autocomplacencia es más sencilla.

La pareja de "Across the Universe" es demasiado linda y me da asco. Es como los Abelardo y Eloísa, de Ladahir...

Seguro también cultivarían tomates orgánicos en un invernadero con un motor irrigador de energía eólica.

No, no existe el amor, es tan sólo una fabula...

Lo que más coraje me da es que en un momento equis de mi vida, esa película podría ser de mis favoritas, por las cosas tan bonitas y ciertas que dice. Lo malo es que me trae malos recuerdos asociados con la felicidad que dejamos escapar.

A veces pienso que la vida se me escapa.

No soy un gato con rinitis, pero siento que huelo a gato enfermo, descarapelada y en un rincón, mirando el mundo con la falta de certeza del momento en que me voy a terminar de morir de una buena vez.

D.

Mi espacio

Ayer mi jefe me dijo que debía "crear mi espacio" para buscar la forma más adecuada de trabajar... lástima que en la galera donde trabajamos, mi espacio se ve un poco... por decirlo de alguna forma... limitado...

Por un lado, tenemos la computadora, que ocupa el 70% de "mi espacio" (a la cual ya no le tomé fotos, porque todos conocen una computadora) Por otro lado, mi calendario, mis post its, mis plumas... y el calendario de entrevistas. (Le robo un poquito de espacio al área del teléfono para poner mi botella de agua, pero eso es otra historia)


Arriba de las plumas, tengo un espacio para mis archivos, que representan... bueno, lo que ven allí es todo lo que tengo de archivo personal. Una carpeta, hojas de rehuso y documentos top secret... (Si, ya saben, de mi empleo misterioso).

Ese es "Mi espacio" la verdad no sé si allí quepa el agujero de conejo para sacar mundos completos de la chistera...

D.

Ya no es igual

Hay canciones, películas y frases que hacen que mires el mundo con otros ojos, que tu visión de las cosas cambie, que de repente, enfoques con otra intención la mirada, el gusto, el olfato, el tacto... en fin, los sentidos se redireccionan a través de esas experiencias.

Yo por ejemplo...

- No puedo mirar igual una pelota de voleibol después de ver "Naufrago"

- Ya no me como igual una caja de chocolates surtidps después de ver "Forrest Gump"

- Las luces láser de seguridad me parecen un artilugio erótico después de ver "La trampa" (en donde, como parte del entrenamiento, Catherine Zeta Jhones tiene que pasar por una serie pruebas...)

- No viajo igual en metro desde que vi "Riski Bissness" (Si, admito que ahora esa escena final está en mi anecdotario de cosas por hacer antes de que muera...)

- No ves igual un par de tenedores y una papa, tras conocer a Chaplin. (Y el correspondiente capítulo de los Simpson en donde lo parodian)

- Cada vez que veo un shampoo para "Cabelleza y hombros", Head and shoulders, pienso en dinosaurios por culpa de ese mega churro de Evolution.

- Voy a Starbucks pensando que un día me atenderá Sam...

D.

Semana del catálogo

Esta semana aprendí en la oficina (si, siempre estoy aprendiendo cosas en la oficina, aunque muchas veces no tienen que ver con la vida profesional) que hay que escapar de los catálogos. De repente. Sin saberlo, sin notarlo, estoy endeudada, debido a la gran cantidad de cosas seductoras que (lástima) no puedo estrenar, ni usar, ni sé...

Pedí demasiadas cosas que no usaré, por la sencilla razón de que no puedo recordar ni siquiera donde las dejo.

Lo que si tengo que recordar es pagarlas. Claro, de eso nadie me exime. Llegan bonitas bolsas, con templetes de marcas de cosas que se veía genial puesto en una modelo preciosa y brasileña, pero que en mi podría ser una caricatura de barniz, un disfraz, una careta.

Creo que pocas personas se conflictuan tanto como yo al ver un catálogo. Por un lado, el interés de sentirse adaptado, a la moda, genial, de ejercer el poder de compra que me da el trabajar.

Por otro lado, el remordimiento de conciencia, la culpa, el despilfarro, el vacío posterior al quedarse sobre un montón de bolsas vacías y notas de compra.

Esta es la semana del catálogo en la oficina.

Yo otra vez, entendí que siempre saldré perdiendo mientras no sepa decir que NO.

D.

Una mujer que caminaba sobre las vías

Se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la oficina en la calle de Ferrocarril de Cuernavaca. La verdad yo no ubicaba mucho el rumbo, pero...